chefs piden ya no usar aguacate debido a su impacto medioambiental

El aguacate es considerado una fruta cremosa, de gran sabor, nutritiva y muy saludable, y muchos nos hemos deleitado con él, pero algunos chefs de distintas partes del mundo le han declarado la guerra y hacen un llamado para reducir su consumo debido a las implicaciones que tiene para el medio ambiente.

Los aguacates están siendo sustituidos en sus platos populares como es el caso del guacamole por salsas alternativas elaboradas con granos y semillas como pistachos, habas y la pasta de semillas de calabaza, que tienen una menor huella de carbono.

Pero, ¿por qué el consumo de aguacate genera tanto impacto en el medio ambiente? Resulta que el cultivo del aguacate requiere una gran cantidad de agua, aproximadamente 60 galones de agua para cultivar un solo aguacate, y el comercio internacional de estas frutas conlleva una importante huella de carbono.

¿Qué significa la huella de carbono?

La huella de carbono es una métrica ambiental que calcula la totalidad de las emisiones de gases de efecto invernadero producidas, directa o indirectamente, por personas, organizaciones, productos, eventos o regiones geográficas, en términos de CO2 equivalentes.

Un estudio realizado por Carbon Footprint afirma que un pequeño paquete de dos aguacates tiene una huella de emisiones de 846,36g de CO2, casi el doble que un kilo de plátanos (480g). Esto se debe a las complejidades que conlleva el cultivo, la maduración y el transporte de la popular fruta verde. Los aguacates se producen principalmente en América Central y del Sur, y para llegar a los consumidores de Estados Unidos y Europa, recorren distancias increíblemente largas, por lo que se envían en contenedores de temperatura controlada, que consumen mucha energía.

En palabras de Thomasina Miers, cofundadora de la cadena británica de restaurantes mexicanos Wahaca: «tienen tal demanda mundial que se están volviendo inasequibles para la gente autóctona de las zonas en las que se cultivan», por lo que ha optado por una alternativa al guacamole, llamada «Wahacamole», con habas, chile verde, lima y cilantro.