MUJER OBLIGA A SU ESPOSO A VENDER SU PS5; ÉL LE DIJO QUE ERA UN PURIFICADOR DE AIRE

Desde Taiwán, se comenzó a viralizar la triste historia de un hombre que debió vender su PS5 tan solo unas semanas después de haberlo adquirido. ¿Por qué alguien haría algo así? No fue una decisión que este jugador haya tomado por convicción propia; más bien se trató de una orden de su esposa. En un momento como el actual en el que la crisis por la pandemia azota la economía del mundo, mucha gente está en la búsqueda de cualquier ofertón, sea de lo que sea. Jin Wu es una de esas personas que se aferró, por ejemplo, a encontrar en internet a algún revendedor con el que pudiera conseguir un Playstation 5 a buen precio. Y lo logró. A través de su cuenta de Facebook, este cazador de ofertas taiwanés contó cómo fue que se hizo con una PS5 totalmente nueva y a buen precio. El sujeto detalla que encontró el artículo en internet, por lo que inmediatamente se puso en contacto con el vendedor.

En primera instancia, Jin Wu llamó al teléfono del contacto y le contestó una mujer. Por el precio del producto y por la breve charla que sostuvieron, el hombre estimó que la mujer no parecía conocer mucho sobre videojuegos o algo por el estilo. De todas maneras, la transacción continuó y acordaron verse en un punto intermedio para la venta. Jin Wu llegó al lugar acordado pero la persona que tenía la consola lista para vender no era una mujer, sino un hombre. Luego de platicar sobre la consola y su afición gamer, Wu le preguntó al otro hombre -mediana edad y de semblante triste- cómo había conseguido la consola y por qué la estaba rematando a un precio tan accesible (que nunca especifica).

Con la cara visiblemente entristecida y tras tomarse unos segundos en silencio, el vendedor confesó que había comprado su Playstation 5 en un sitio de ventas por internet llamado PChome. Y tal parece que su esposa no estaba muy de acuerdo en tener la consola en casa, así que este vendedor tuvo que hacer pasar su PS5 por un purificador de aire para que su pareja no se diera cuenta del gasto que había hecho.